martes, 5 de enero de 2010

Llámalo constancia

La verdad es que,si lo piensas,la constancia sólo es una virtud si,gracias a ella consigues algo bueno.Si no,todos los adjetivos con los que se puede calificar un comportamiento obsesivo persiguiendo una meta,son negativos.Luchar por algo,con fe inquebrantable,contra viento y marea,independientemente de las veces que fallas o el tiempo que se te resista,suele asociarse más a menudo a la cabezonería,con la imbecilidad o,incluso,con el masoquismo antes que con la constancia.Además,uno no repara jamás en si está siendo constante....
En resumidas cuentas,si logras lo que buscabas,al mirar atrás dices:si señor ¡ole mis cojones! Y tanto tú como todo el mundo asociáis ese éxito a la constancia.Pero si,por el contrario,nunca consigues tu objetivo,toda esa constancia se convierte en una estúpida perdida de tiempo y esfuerzo.
La conclusión que se puede sacar de todo esto es que puede que la constancia no garantice nada,pero si aprendes a disfrutar más del viaje que de la llegada,una cosa es segura ¡os lo pasaréis bien!

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